Es una ley que pretende garantizar la atención de las necesidades de aquellas personas que, por encontrarse en situación de especial vulnerabilidad, precisan de apoyo para desarrollar las actividades básicas diarias, permitiéndoles una mayor autonomía personal y poder ejercer sus derechos como ciudadano.
Esta ley fue puesta sobre la mesa en España en el año 2003 por el Congreso de los Diputados, con una Renovación del Pacto de Toledo que añade una Recomendación Adicional 3ª. Así mismo se establece la necesidad de crear “un sistema integral de la dependencia desde una perspectiva global con la participación activa de toda la sociedad, recoger la definición de dependencia, la situación actual de su cobertura, los retos previstos y las posibles alternativas para su protección”. Pero no es hasta el 2006 que se aprueba la ley de dependencia como tal la conocemos ahora, debido a un aumento del envejecimiento de la población.
Beneficios de la Ley de dependencia
La ley de dependencia ofrece un conjunto de servicios y prestaciones económicas enfocadas a garantizar la atención y protección de personas dependientes. Esta clasifica los grados de dependencia que existen, se encarga de proporcionar ayudas económicas según el grado, ofrecer ciertos servicios de asistencia y poner a disposición cuidadores de ayuda domiciliaria con la finalidad de proteger la salud de las personas dependientes y mejorar su calidad de vida.
En definitiva, esta ley supone un nuevo derecho para los ciudadanos. Sobre todo para aquellas personas mayores o con discapacidad que se encuentran en riesgo de exclusión. De esta forma estos individuos pueden optar a tener acceso a atención y cuidados en condiciones de igualdad.
¿Cuáles son los grados de dependencia?
Existen 3 niveles de dependencia según esta ley que se clasifican de la siguiente manera:
- Dependencia moderada: este sería el grado de dependencia más bajo. La persona con dependencia moderada precisaría de asistencia una vez al día para poder realizar sus actividades cotidianas, o bien de apoyo intermitente para su propia autonomía.
- Dependencia severa: la persona no necesita un cuidador de forma permanente, pero sí dos o tres veces al día para poder realizar sus actividades esenciales diarias. Gran dependencia: este es el grado de dependencia más alto y requiere de cuidados permanentes las 24 horas, ya que la persona sufre una pérdida total de autonomía física, mental, intelectual o sensorial.
¿Cómo tramitar la Ley de Dependencia?
Para conseguir la ayuda de la Ley de Dependencia hay que seguir un proceso administrativo que consta de diferentes etapas y contar con ciertos requisitos:
Evaluación
Un profesional médico debe valorar el estado de salud y de dependencia de la persona.
Asegurarse de que uno cumple con los requisitos legales
Estos son:
- Ser español o residente legal en España.
- Que la persona cuente con un grado de dependencia.
- Que no se supere el ingreso y patrimonio máximo establecido por esta ley que varían según la Comunidad Autónoma.
Presentar la solicitud para la Ley de Dependencia
Una vez se ha evaluado el grado de dependencia de la persona, es momento de presentar la solicitud. Por norma general, esta se presenta en los Servicios Sociales del Ayuntamiento, donde reside la persona.
Presentación de documentos adicionales
En algunos casos es necesario presentar también un Certificado de Discapacidad o el historial clínico.
Resolución de la ayuda a la ley de dependencia
El plazo para conocer si nos han concedido la ayuda para la Dependencia es de un máximo de 6 meses. Si la respuesta es favorable, se establecerá un Programa Individual de Atención – PIA -, que especificará los servicios y las ayudas concedidas.
Además, cabe destacar que el grado de dependencia será revisado periódicamente con el objetivo de ajustar los servicios y ayudas prestadas al ciudadano.
¿Qué tipo de prestaciones ofrece la Ley de Dependencia?
La Ley de Dependencia engloba distintas prestaciones y servicios para la persona en situación de dependencia: ayuda domiciliaria, teleasistencia, centros de día, obras y adaptaciones en la casa cuando hay un grado de discapacidad, apoyo a familiares y beneficios económicos.
Las funciones de la ayuda a domicilio es sin duda uno de los servicios que las personas mayores o dependientes más agradecen, ya que fomenta la autonomía de ellos y supone una mejora en la calidad de vida. Por otro, las prestaciones económicas varían según el grado de dependencia y la Comunidad Autónoma en la que se reside.
Esperamos que este artículo te haya ayudado a tener una visión más amplia sobre la Ley de Dependencia y cuales son los pasos a la hora de realizar los trámites.
Comentarios recientes